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Bases del entrenamiento Físico

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Mensaje  Admin Jue Dic 30, 2010 2:27 pm

Bases del entrenamiento físico.

Según su definición básica “entrenamiento” significa “preparación física técnico-táctica, intelectual y moral del atleta mediante ejercicios físicos. Aplicada al perro, esta definición debe llevar a establecer series de ejercicios que el perro o perros deben de realizar, en un clima psicológico de confianza y favoreciendo el enfoque lúdico, para que el animal se mantenga motivado.

La aptitud física de un animal depende de múltiples factores fisiológicos y psicológicos, que intervienen de manera muy distinta según las actividades deportivas. Las pruebas de aptitud, solo tiene en cuenta un pequeño numero de estos factores, de modo que con frecuencia, los resultados que se obtienen reflejan de manera imperfecta las capacidades de cada individuo.

De manera general, el entrenamiento se asocia con cierto numero de procesos catabólicos, como la degradación de las reservas de sustratos energéticos o de otros constituyentes celulares, seguida de una intensificación de los procesos anabólicos, que se manifiesta por un aumento de la producción de las sustancias que habían sido movilizadas o destruidas durante el trabajo.

El entrenamiento físico somete al organismo a una carga de trabajo de intensidad, duración y frecuencia suficientes para determinar un efecto mensurable, y, por lo tanto, una mejora de las funciones sujetas al entrenamiento.

Para obtener este efecto, es necesario someter el organismo a una sobrecarga, es decir dicha carga debe ser superior a la de la vida diaria.

Una noción mas precisa de ”entrenamiento deportivo” comprende todos los aspectos de la preparación física e intelectual del atleta.


Principio del entrenamiento.

Contrariamente a lo que se practica con frecuencia en el deporte canino, una actividad cualquiera no constituye forzosamente un entrenamiento. En efecto, en el entrenamiento, la carga aplicada durante un esfuerzo debe de ser de intensidad y de duración suficientes para que pueda ser definida como tal.

Así, al establecer un programa, se deben respetar dos principios :

-conocer la fuente principal de energía utilizada durante una actividad determinada.

-teniendo en cuenta el principio de sobrecarga, establecer un programa que favorezca, la utilización de esta fuente de energía utilizada por el animal.

Para mantener la eficacia del entrenamiento, será necesario aumentar la carga impuesta a medida que mejora el rendimiento. La influencia del entrenamiento sobre la frecuencia cardiaca refleja bien esta necesidad. Un entrenamiento regular a una potencia dada determina una disminución progresiva de la frecuencia cardiaca durante ese ejercicio .

La frecuencia cardiaca se estabiliza paulatinamente en un valor por debajo del cual ya no se puede disminuir aunque se continúe con dicho entrenamiento. Después de un periodo de entrenamiento con mayor potencia, se obtiene la potencia inicial con una frecuencia cardiaca menor. Esto constituye un principio general. Para obtener nuevas mejorar es necesario aumentar la intensidad.

Hacen falta varios años para que un atleta de alto nivel pueda alcanzar sus mejores resultados. En el organismo durante el entrenamiento constante se producen modificaciones cuantitativas y cualitativas en las diferentes funciones del organismo, esta mejora se produce de una manera lenta y progresiva.

El aspecto psicológico del animal es igual de importante, el entrenamiento no debe ser agotador dado que es fundamental mantener la motivación del perro y sus “ganas” de trabajar.

El perro acepta mas fácilmente realizar una carrera de 10 kilómetros que repetir diez veces el mismo trayecto.

El respeto de este equilibrio entre juego y trabajo, conducirá a obtener un mejor rendimiento posible.


Estructuración del entrenamiento.

Principio de la carga de entrenamiento creciente:

El principio de la carga de entrenamiento creciente se basa en el aumento del volumen y la intensidad de las cargas en el proceso de entrenamiento. El aumento de volumen es simultaneo con el aumento de intensidad, pero el aumento de la carga de trabajo debe llevarse a cabo muy gradualmente. En los perros ya entrenados la carga de trabajo puede hacerse de manera discontinua pero siempre controlando las posible modificaciones.

Entrenamiento continuo:

Esta expresión corresponda a una sucesión regular de entrenamientos que conduce a una mejora constante de la capacidad de rendimiento deportivo, hasta alcanzar, dentro de lo posible, el limite determinado por los factores genéticos. En este caso, si por cualquier razón se interrumpe la continuidad del entrenamiento el rendimiento disminuye tanto mas rápidamente cuanto mas eficaz haya sido el aumento de capacidad durante los entrenamientos anteriores.

Si la mejora de la capacidad de rendimiento se ha obtenido muy rápidamente al interrumpir el entrenamiento por un tiempo indefinido, también se pierde rápidamente.


Principio de periodicidad de la carga de entrenamiento.

El atleta canino no puede mantenerse en el mismo estado físico optimo durante todo el año. Hay que realizar modificaciones periódicas en la alternancia de sesiones de entrenamiento y de recuperación, el volumen y la intensidad del trabajo que se exige, etc.

Actuando así es posible alcanzar un optimo estado físico en el momento oportuno.

El programa de entrenamiento debe dividirse en tres periodos:

Preparación

Competición

Y transición.

La estructuración del entrenamiento según este principio, permite:

Evitar el sobreentrenamiento

Alcanzar los resultados.

Trabajar a lo largo de varias temporadas sucesivas.

Minimizar el riesgo de lesiones.


Principio de variación de las cargas de entrenamiento.

El principio de variación de las cargas de entrenamiento puede desempeñar un papel particular cuando intervienen diversos factores físicos, en una misma disciplina:

Potencia, velocidad, resistencia, coordinación, etc.

Las cargas de entrenamiento de diferentes formas afectan al organismo de maneras muy diversas y , según el tipo de entrenamiento, la amplitud y la duración de recuperación difieren.

Por ejemplo, en el perro, un entrenamiento en resistencia intensa moviliza, a demás de las grasas, las reservas de glicógeno del músculo en acción, lo que supone un periodo de reposo no despreciable para regenerar estas reservas energéticas y recuperar la capacidad de rendimiento inicial.

Si, en lugar de realizar un periodo de reposo, se estimula otra función metabólica del organismo, este se muestra mas apto para soportar esta nueva carga de lo que habría estado ante una repetición de la primera. Así, dentro de una sesión de entrenamiento, alternancia y la sucesión razonable de cargas diferentes permite ganar en volumen e intensidad.

Principio de sucesión razonable de las cargas de entrenamiento:

Este principio es fundamental cuando se pretende mejorar varios componentes diferentes del rendimiento deportivo con un mismo entrenamiento:

Al principio de la sesión de entrenamiento, se ejecutaran los ejercicios que requieren un estado psicofísico descansado del animal.

A continuación, se realizaran los ejercicios cuya eficacia se basa en una recuperación incompleta.

Para terminar la sesión se realizaran los ejercicios que favorecen el desarrollo de la resistencia.

Principio de eficacia del estimulo de la carga de entrenamiento:

El principio de eficacia del estimulo de la carga de entrenamiento establece que, para que se produzca una mejora de la capacidad de rendimiento del animal, la carga de entrenamiento debe superar un umbral determinado Este umbral depende evidentemente del grado de entrenamiento previo del perro.


Métodos de entrenamiento:

Es importante volver a subrayar que cada programa de entrenamiento debe desarrollar el o los sistemas que predominan en la actividad física o deportiva para la cual se debe preparar el perro.

No obstante, existe una excepción sistemática a este principio de especificidad, ya que el entrenamiento general de todo individuo, cualesquiera que sean su edad, su sexo y su peso, debe comprender siempre:

Un entrenamiento del sistema de trasporte de oxigeno

Un entrenamiento muscular que involucre sobre todo los músculos de los miembros y de la espalda.

Un entrenamiento para mantener la movilidad articular

En lo relativo a la función de transporte de oxigeno. Astrand estableció una distinción entre los factores que intervienen en el corazón y la circulación central, y , aquellos que actúan sobre la circulación periférica. En el caso de la circulación central, el entrenamiento mas eficaz y menos fatigante deberá involucrar la mayor masa muscular posible. En cambio, la mejora de la circulación periférica solo necesita un entrenamiento centrado en los músculos directamente utilizados durante la prueba o la actividad para la que se desea obtener una mejora.

Entrenamiento de la fuerza muscular:

Se trata principalmente de desarrollar la fuerza y la resistencia en el tipo de actividad, estática o dinámica, para la que se quiere obtener una mejora.

A pesar de la relativa imprecisión, durante periodos de trabajo muy cortos es aparentemente posible hacer trabajar intensamente los músculos sin poner en marcha los procesos anaerobios que producen un aumento sensible de la concentración de lactato.

Así en animales que realizan esfuerzos que involucran la fuerza muscular, un entrenamiento intermitente ,con una intensidad de trabajo considerable durante un periodo muy corto y periodos de reposo muy breves, recurrirá principalmente a la fuerza muscular sin aumentar de manera significativa la cantidad de oxigeno consumida y sin poner en marcha el metabolismo anaerobio láctico.

Entrenamiento de la potencia anaerobia

Se trata de mejorar el funcionamiento de los procesos que dependen en una parte de la degradación de compuestos fosforados ricos en energía, y por otra parte, de la anaerobiosis láctica (transformación del glicógeno en acido láctico).

Es posible mejorar el funcionamiento muscular anaerobio láctico mediante ejercicios de muy corta duración, (de 10 a 15 segundos) alternados con periodos de reposo no demasiado breves De esta manera se limita el grado de glucogenolisis que se produce en el músculo, lo que permite reconstituir las reservas de ATP y fosfocreatina a través del sistema aerobio.

El entrenamiento de los procesos anaerobios lácticos se puede llevar a acabo de manera eficaz durante periodos de 1 minuto, separados por intervalos de 4 a 5 minutos de reposo El principal problema es la carga psicológica que puede sufrir el animal, invalidando el entrenamiento por una negativa a mejorar.

Entrenamiento de la potencia aerobia

El objetivo es estimular al máximo el sistema de transporte de oxigeno.

Dos métodos:

Uno de ellos recurre a la carrera continua y consiste en hacer que el animal recorra distancias relativamente grandes de manera ininterrumpida.

El segundo es de tipo fraccionado se exige un esfuerzo intenso de 3 a 5 min. Seguido de un reposo o ejercicio leve. En periodos de verdadero trabajo un ejercicio moderado favorece la eliminación del acido láctico mas rápido que permaneciendo en reposo.

Las capacidades de almacenamiento de glicógeno en el músculo e hígado, y sobre todo la capacidad de movilizar y utilizar los ácidos grasos libres desempeñan un papel importante en el trabajo del perro.

Teniendo en cuenta esto se debe saber que:

Para reforzar los tendones y ligamentos, así como para desarrollar fuerza muscular, se recurrirá a fases de actividad muy intensa.

Para mejorar la potencia anaerobia se alternarán periodos de actividad intensa, con reposos.

Para desarrollar la potencia aerobia, se utilizaran fases de ejercicios a una intensidad ligeramente inferior a la potencia máxima aerobia.

La capacidad de resistencia dependerá de la instauración de periodos de actividad o de intensidad mas moderada.

Entrenamiento por intervalos.

Como su nombre indica, el entrenamiento por intervalos consiste en una sucesión de ejercicios que alternan con periodos de recuperación. La principal característica de este sistema es permitir la transformación de las economías de fatiga debidas al trabajo intermitente en un aumento de intensidad del trabajo realizado.

Esta modalidad tiene muchas ventajas:

Permite utilizar de manera repetida las reservas intramusculares de fosfagenos, lo que estimula el aumento de la capacidad energética de este sistema.

La participación de la glucólisis anaerobia es mínima y la realización de periodos de trabajo mas prolongados con muchas repeticiones favorece el sistema de transporte de oxigeno.

El periodo de trabajo puede ser:

De larga duración y baja intensidad

De duración media e intensidad media ó

de corta duración e intensidad alta.

Uno de los mejores métodos para saber el tipo de intensidad que se esta usando es la evaluación de la frecuencia cardiaca cuanto mayor es la frecuencia mayor es la intensidad.

Periodos de recuperación:

La evolución de la frecuencia cardiaca tras un periodo de trabajo sigue siendo un indicativo excelente para saber si el perro esta fisiológicamente apto o no para encarar un nuevo periodo de trabajo.

Se ha de controlar la frecuencia cardiaca antes, durante y después del ejercicio, al finalizar y en función del resultado de la frecuencia sabremos si estas trabajando por encima del nivel de entrenamiento o por lo contrario debemos aumentar la carga.

La recuperación puede ser:

Pasiva :reposo o marcha lenta

Activa: marcha rápida o trote.

Entrenamiento continuo:

Este método consiste en imponer al animal un recorrido de distancias relativamente grandes mediante una carrera ininterrumpida, que requiere la participación del metabolismo aerobio.

Carrera continua lenta:

Entrenamiento de resistencia o de potencia aerobia, supone el recorrido de largas distancia de manera lenta.

Carrera continua rápida:

La velocidad ha de ser mayor, la fatiga aparece mas temprano y por lo tanto la distancia a recorrer a de ser menor. Se debe tener en cuenta la sobrecarga de entrenamiento y espaciar los ciclos.

Carrera fraccionada:

Se diferencia del método de intervalos en:

La distancia a recorrer durante el periodo de trabajo.

El grado de recuperación entre las repeticiones.

La distancia a recorrer depende del tipo de competición:

Para concebir correctamente un programa de entrenamiento seria necesario conocer precisamente las consecuencias biológicas y filológicas de cada tipo de esfuerzo en el perro. Por otro lado, dadas la particularidades de cada individuo, un entrenamiento de alta competición requiere varias revisiones durante la temporada para garantizar el bienestar del perro.


Evolución del entrenamiento en función de las temporadas.

Es importante llevar a cabo un entrenamiento regular del perro deporte. Si bien es posible alcanzar en un mes un grado razonable de aptitud, de fuerza o de resistencia, este efecto desaparece cuando se interrumpe el entrenamiento.

La competición de alto nivel exige que se prosiga el entrenamiento durante todo el año, en particular el del sistema de transporte de oxigeno. De una temporada a otra, el consumo máximo de oxigeno puede variar considerablemente y la única manera de evitar que se produzca un fuerte deterioro es llevar a cabo un entrenamiento relativamente intenso a lo largo de todo el año.


Precalentamiento antes de la competición.

Es muy útil que nuestro atleta realice ejercicios de precalentamiento antes de la competición o de cualquier entrenamiento, con ello conseguiremos:

Un aumento de las actividades enzimáticos, que se traduce en una mejora del metabolismo energético.

Un aumento del flujo sanguíneo y de la disponibilidad de oxigeno.

Una disminución de los tiempos de contracción y de reacción.

También es conveniente realizar ejercicios de estiramiento que permitirán:

Incrementar la flexibilidad articular

Evitar los desgarros musculares

Prevenir las agujetas dorso-lumbares.

Sobreentrenamiento:

Como consecuencia de varias series de recuperaciones deficientes, pueden dar lugar a diversos signos de agotamiento, tantos físicos como psíquicos.

Pueden ser debidos a:

Incremento demasiado rápido de la cantidad y de la intensidad de las cargas de entrenamiento.


Presión psíquica demasiado intensa para el perro.

Uso de métodos y medios demasiado exclusivos o no conveniente para cada individuo como unidad particular.

Sucesión de competiciones muy frecuentes, con intervalos de recuperación demasiado breves.

Los signos pueden ser:

Gran fatigabilidad

Excitación

Perturbación del sueño

Disminución del apetito

Perdida de peso corporal

Termorregulación normal pero ligera hipertermia que puede llegar a ser crónica.

Tendencia a la taquicardia

Recuperación retardada

Hipersensibilidad auditiva.

Apatía.

Inapetencia general.

Etc.

Ante esto puede haber ciertas medidas terapéuticas que puedes ser eficaces :

Reducción casi del 100% del entrenamiento especifico, manteniendo solo el paso o trote a muy baja velocidad.

Modificación de la rutina de nuestro perro.

Masajes suaves regularmente.

Alimentación adecuada a su recuperación

Posible tratamiento farmacológico.

La practica del entrenamiento de las capacidades energéticas obedece aun conjunto de reglas y principios comunes a todo tipo de actividad.


Susana Santamaría Facal

(publicado en libromascotas)

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